El ejército de Tailandia ha cerrado los pasos fronterizos con Camboya en medio de un aumento significativo de las tensiones territoriales entre ambos países. La medida prohíbe el cruce de vehículos y personas tanto tailandeses como extranjeros, como respuesta al deterioro de las relaciones bilaterales tras la muerte de un soldado camboyano en un tiroteo ocurrido el pasado 28 de mayo en el paso fronterizo de Ubon Ratchathani, una zona históricamente conflictiva entre ambos países.
Según comunicados del ejército y la marina tailandesa, la restricción afecta a siete provincias fronterizas: Ubon Ratchathani, Surin, Buri Ram, Si Sa Ket, Sa Kaeo, Chanthaburi y Trat. El cierre será indefinido y no contempla distinciones por nacionalidad.
Las tensiones entre ambas naciones se intensificaron en mayo, cuando unidades militares intercambiaron disparos en una zona disputada, lo que dejó como saldo la muerte del soldado camboyano. Desde entonces, ambos gobiernos han adoptado medidas de represalia que han exacerbado el nacionalismo a ambos lados de la frontera.
El pasado 9 de junio, grupos nacionalistas tailandeses se manifestaron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores en Bangkok, ondeando banderas y exigiendo una postura firme en defensa de la soberanía nacional. Pese a que Tailandia y Camboya anunciaron un acuerdo para replegar tropas a las posiciones pactadas en 2024 y que Camboya se comprometió a rellenar trincheras en la zona de conflicto, los roces diplomáticos y las acciones unilaterales continúan.
Como parte de las represalias, Camboya ha prohibido la importación de frutas, verduras, telenovelas y películas tailandesas, ha reducido el ancho de banda de internet proveniente de Tailandia y ha suspendido la compra de combustible. A su vez, Tailandia ha endurecido sus controles fronterizos y ambos países han reducido la validez de los visados mutuos.
La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, se encuentra bajo fuerte presión política por su manejo del conflicto. Esta semana anunció que se reforzará el control en las fronteras terrestres, permitiendo excepciones solo para pacientes con necesidades médicas urgentes o estudiantes con motivos educativos.
La situación política de Paetongtarn se complicó aún más tras la filtración de una llamada telefónica con el ex primer ministro camboyano Hun Sen, viejo aliado de su padre, Thaksin Shinawatra. En la grabación, se escucha a Paetongtarn criticar a un alto mando militar tailandés y prometer a Hun Sen que “se encargará de lo que necesite”. Sus palabras generaron una ola de indignación pública, provocando la ruptura de parte de su coalición de gobierno.
Posteriormente, la mandataria pidió disculpas, alegando que se trató de una táctica diplomática y haciendo un llamado a la unidad nacional. Además, Tailandia ha anunciado posibles restricciones a la exportación de productos que podrían estar siendo utilizados por redes criminales dedicadas a estafas cibernéticas en Camboya, un país señalado por la ONU y ONG internacionales como un centro regional de trata de personas y delitos digitales.
Las autoridades tailandesas aseguran que cooperarán con otros países del sudeste asiático y organismos internacionales para combatir este problema.
El conflicto sigue abierto y el cierre fronterizo, por ahora, no tiene fecha de finalización.